domingo, 23 de enero de 2011

El bosque (Txaro Eguiluz)

Había un no sé qué
de flores impacientes
con perfumes de noche

y rubores ausentes.
Había un sol,
una luna,
una gota de rocío,
una mariposa,
unos ojos,
una espera...
El bosque dormitaba.

Hubo un gran relámpago
que tronó en su bostezo,
rompiendo con sus rayos
los planes del silencio.
Y hubo un sol de fuego
una luna nueva
un arco iris en la gota de rocío,
voló la mariposa,
estalló el trino,
se encontraron los ojos,
se detuvo el tiempo...
El bosque ardía.

Hay como una sazón
de un otoño naciente,
en malvaviscos de oro
con luces del poniente.
Hay un sol templado,
una luna blanca,
una gota de rocío ebria de miel,
una mariposa hecha crisálida,
se templa el trino,
se funden los ojos,
no hay prisa en el tiempo...
El bosque es ahora una alborada
de serenos ocres y pacientes brisas.

2 comentarios:

  1. "... no hay prisa en el tiempo..." eso es cierto. Ya los primeros versos me han enganchado de forma tal que me he tenido que adentrar en el océano del poema para navegarlo sin prisas hasta que, exhausto, he quedado reclinado en esa "... alborada de serenos ocres y pacientes brisas".
    Hermoso.

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  2. Me lo he colgado en mi muro. Espero que no te importe. Gracias de entemano.

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