La Tierra me tiene a mí
yo no poseo mi casa
Paso por ella como una brisa,
sin despertarla.
Entre cielo y tierra hago,
mi camino.
Mis pasos no resuenan,
mis sendas no se notan.
Dejo todo lo que crece,
al destino.
Observo y aspiro,
suelto y despido.
Un jardín de vez en cuando,
un dolor, un desatino.
Y a caminar otra vez,
renacido.
La tierra me tiene a mí
sólo alquilo sus rincones.
En mis hijas, una parte,
otra en mis recuerdos, mis pasiones,
mis lápices de colores.
Mi rastro,
en los brazos de alguien.
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