lunes, 21 de febrero de 2011

Desde las periferias de tu piel.

Las fronteras hoy no existen,
sólo estamos tú y yo,
ve quitándote la ropa...
y túmbate...¿vale, mi amor?

Espérame, así, desnuda,
cierra los ojos...relájate...
Respira hondo y tan sólo escucha...:
conseguiré erizar tu piel.

Abre la boca y no digas nada,
prueba la mía y desea más,
deja que ponga un pelín de nata,
trágatela mientras lo veo...
y mis manos de paseo,
por los muslos, por el vientre...
amoldándose a tus pechos,
ya bien duros y calientes.
Recorriendo con la lengua
desde el cuello hasta el ombligo...
tú pondrás el plato fuerte...
y tengo hambre.... ya te lo digo.
Vacíate bien en mi boca...
no te preocupes, no tengo prisa...
me encanta volverte loca
mientras retuerces una almohada
y te pones colorada... y toda pareces poca,
porque te bebo y no te me agotas...
pero tan sólo deseo más,
y te he de sujetar....
Entonces me empapas la cara,
te derramas en mi garganta...
Me subo y te doy un beso,
me miras y te atravieso...
empujo mientras me abrazas,
con los brazos y con las piernas,
te abres a mí y pides más...
y yo perdido por ese cuello,
tu boca, tus ojos...por todo ello...
y los gemidos son linternas
que delatan qué sentimos,
exigiendo subir el ritmo
porque pronto va a llegar...
pero no.............: te doy la vuelta....
a cuatro patas tú eres yegua,
yo tu jinete y a cabalgar....
Y te azoto mientras gimes,
te pregunto si te gusta
y me respondes: "sigue, sigue"...
Echada hacia adelante,
ya tumbada por completo,
sigo en ello sobre ti,
empujando mientras gritas...
tus manos en la pared
y te vas a no sé dónde....
y es entonces, vida mía, cuando ya no puedo más...
mi cuerpo se estremece justo antes de estallar...

Abre la boca y no digas nada,
deja que ponga un pelín de nata...
y trágatela mientras lo veo.

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