Ayer, cuando me sentía triste sola, y desolada
Escuché tu dulce voz; Sonaba calida y tenue,
casi imperceptible, confundiéndose con mi clamor.
Decidí callar para escucharte.
Haciendo silencio a mi canción
Y pude percibir, tu lejana ayuda,
Palabra de aliento en tu dulce oración
Siendo ellas bálsamo a mis heridas.
Ungüento a mi triste corazón.
Solo dijiste tranquila, es un instante, no es nada más.
Por que de Instantes esta llena tu alma.
Y otros instantes mejores vendrán.
Y fue allí, cuando por fin lo comprendí:
Que todo es pasajero, que nada es tan radical.
Y este dolor, toda esta angustia
Pronto Y sin darme cuenta se tendrían que terminar.
Son solamente instantes en la vida,
Y que pronto pasarán,
que dentro de un tiempo, no se cuanto
Solo un triste recuerdo serán
Que llegaran otros instantes
que me llenen de verdad
Instantes que borraran por siempre
La traición y la maldad ,
Colmando de alegría mi alma
De paciencia amor y bondad
Gracias Eterno Caballero
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