martes, 20 de septiembre de 2011

Todos se enamoraban de ella (Escritor nocturno)

El cielo guarda su nombre. 

Todos se enamoraban de ella. Sus cabellos eran tan negros que parecía arrastrar la noche a sus espaldas. Y uno podía sumergirse en su hombro, buscando en aquella oscuridad el sosiego del alma. 

Todos se enamoraban de ella. Cada uno deseaba beber de su piel, o conocer el dolor que encerraban sus lágrimas. 

Y su sonrisa tenía la virtud de transformar los días complicados en fáciles. 

Todos se enamoraban de ella y le decían, mirando como se quebraba el corazón entre las manos: necesito amarte, deseo amarte… 

Y tocar el cielo… 

Y ella era la parte del aire que se podía respirar. 

Nunca confesó como se escapan los besos del corazón. 

Nunca dijo: No creo en el amor si viene de ti. 

Ella se cansó del silencio 

Ella se agotó de escuchar a los que dicen mucho y no explican nada. 

Todos le pidieron amor y nadie se atrevió a amarla. 

Tuvieron miedo de incendiarle el corazón, sintieron pudor al ver desnuda su alma. 

Tanta falta de atrevimiento cansa. Tanta falta de inteligencia exaspera. 

Todos se enamoraban de ella y no hicieron más que asfixiarla recordándole su belleza cuando no hacia falta. 

Y ella era la parte del aire que se podía respirar. 

El cielo ahora guarda su nombre.

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