¿Quién no recuerda los ojos
de aquél, su primer amor,
que en sueños o despiertos
un día nos conquisto?
Aquella dulce mirada
que prendió en tu corazón.
Haciendo que te sintieras
de este mundo lo mejor.
Miradas, sonrisa, besos.
Primeros pasos de amor
escritos con inocencia
sobre tierno corazón.
Guardados bajo mil pliegues
de vida y desamor.
Que nos sirven de consuelo
cuando duele el corazón.
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