martes, 13 de diciembre de 2011

El poeta (Miguel Rubio)

El Poeta le pidió
al Rey de Harlem que le dejara recoger
los ojos de cocodrilo,
que en mitad del barrio,
les había sacado con una cuchara.

Con ella,escarbó entre las raices

de olivos con nombres árabes
y enterró el recuerdo de un torero
bajo una Luna mozuela y gitana,
caminante solitaria por una senda,
que llevaba a una triste fragua.

El Poeta,rellenó un infinito de olivas,

con la libertad de los pájaros en las ramas.

Denunció el sable cobarde,

y los pechos de bronce cercenados,
en una orgía de capas verdes
y tricornios enajenados.
Sería su denuncia a la aurora
con su tribunal de estrellas rocieras,
la que firmaría su final desgarrado.

¡Qué esfuerzo del Poeta por ser Libertad!

¡Qué esfuerzo del Valor para llamarse Isabel Montoya!

Cuando El Poeta estuvo en Nueva York,

invitó a todos los negros,a tratar de mariconas,
a los negreros blancos y negros,
dueños pederastas,de sus sucios barrios descarnados.

¡Qué esfuerzo de la bala,para no atravesarle el pecho!

¡Qué esfuerzo de La Muerte,al envolver en rosas y lágrimas su cuerpo!
¡Qué esfuerzo del Caballo Negro en convertirse en verso blanco!

El poeta que pintó la vida de murcianas y geranios

murió con un ramo de amapolas rojas
sobre su pecho de hombre libre,estampado.

¡Qué tristeza de dolor,de luna verde,de amantes en el río!.

¡Qué dolor de zarza y espino.De poema crucificado!.
¡Qué pena de rabiosa belleza afilada como un cuchillo!

Todas las noches sobre su tumba,en un lugar aún ignorado

deja caer La Luna como una lluvia dorada
de anillos amarillos y collares nacarados.

El Poeta se llamaba Federico García Lorca, y tenía alma de gitano guapo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario