Apenas recuerdo su rostro,
en la neblina del tiempo,
mirada aviesa, cáustico parpadeo,
rugosos labios ausentes de besos.
Cintura de Cleopatra , fina hiedra enlazada,
hechiceros ademanes de diosa,
perlas surcando el sinuoso busto,
piel de seda, terciopelo raído, escamas verdes.
Dama de noches desesperadas,
antifaz de nostalgia oculta,
farola fundida bajo la luna nueva,
hembra de tacón de aguja, olvidado abrazo de madre.
En los cabellos heridos por el viento,
yacen pasados delirios de grandeza,
rictus de eterna amargura, en el cofre sin llave.
En el albor del alba, arrastra su agonía y regresa al averno.
Como siempre me haces vivir intensamente cada palabra... es un sueño, precioso. No cambies nunca.
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