domingo, 7 de agosto de 2011

Poema (Anthony Molina)


Me bastaría la claridad de tus ojos para ser libre,
ser libre y disfrutar de los paisajes de tus cenizas,
pues sin ellos soy polvo de gaviotas andaluces
evaporadas y distantes al cielo de tus sonrisas.


Me bastaría la serenidad de tus cabellos para amarte
como quien ama al mar por su postura,
navegar sin destino por las costas de tu cuello
y encallar en los laberintos de tu cintura.

Me bastaría etéreo amor, me bastaría tu silencio
para gritar ferozmente con los leones de mi lengua
que no existe más destino que tu nombre,
pues sin él mi triste alma se condena...

-Se condena a vagar bajo las sombras apócrifas de tus pasos,
se condena a callar con el cierre desmesurado de tus dedos,
¿Querrás tú, oh! misteriosa y bella alborada de diamante
ser la esencia impune que grabe la hora de mi duelo?-

Me bastaría el mediodía de tus labios para ser libre,
ser libre y disfrutar de las canciones de tus besos,
esos besos que parecen ser tan inalcanzables
como las hojas peregrinas que se lleva el viento.

Me bastaría amor de mirada pasajera
que detuvieras tu camino para poder ser libre,
desatarme del yugo opresor que en mi garganta
lleva todo intento de enamorarte al declive.

Oh! tú, menguante luz serena que no precisa
de nombre vagabundo para ser invocada,
me bastaría tu nombre de cristal para ser libre
de esta soledad a la que el destino sin ti me depara.

Me bastaría la serenidad de tus pupilas para ser libre,
y disfrutar de los paisajes consumados de tu rostro,
Me bastaría etéreo amor de mirada pasajera
que detuvieras tu camino para guardarme en tus ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario