lunes, 8 de agosto de 2011

Cisne negro (Flor Martí Gámez)

Quebrando un terco cascarón
amaneciste a la vida
con mirada curiosa,
encendida, de ilusión.
Entre hermanos
de bellas alas blancas,
delicadas simetrías
y orgulloso caminar,
tus pasos de torpeza,
tamaño, insoportable,
plumaje ceniciento,
causaron desconcierto
recelo, y desazón.
Burlas con desprecio
llovieron sin mesura.
Tu esencia, maltratada,
miraba su silueta desgarbada
colmada de aflicción.
¡Ay si pudiera ser como ellos¡
¡ánades ingrávidos
radiantes de esplendor¡.
-Yo, alma de penumbra
desdichada soledad
de niebla y desaliño-
Como un espectro errante
excluido de su estirpe,
por los mundos de algún Dios,
sin ley, ni misericordia,
recorres el trayecto
final de tu martirio,
buscando, un último dolor.
En la laguna mas hermosa
de aguas dulces y profundas
sima, de muerte y destrucción
colofón de tus anhelos,
majestuosas criaturas
te salen al encuentro,
te acogen con amor.
Mirándote en sus ojos
descubres tus iguales
gallardo cisne negro,
y una nueva estrella
cometa en otros tiempos
anuncia, tu resurrección.

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