sábado, 18 de junio de 2011

Poema (Héctor Daniel Burini)

En estas cuatro paredes no soporto la soledad y si pienso en aquella tarde, en que me musite una flor en el ojal de mi saco…


Una pareja. Están enamorados, están haciendo el amor. ¡Qué lindo es!
¡Esa sonrisa me encanta, la pondré en un cuadrito de mi mesita de luz!
Mi corazón esta latiendo muy fuerte, pero vos estas lejos de acá.
Amar es un sentir, es un placer.
María Elena Walsh se fue. Una escritora. Se quedan con nosotros sus libros y a lo lejos los niños disfrutan leyendo sus poesías.

¿De quién es este amor? Donde lo busco no puedo encontrarlo.
 

Sos y serás mí hijo. Creciste en mi panza y te vi nacer. A la noche desperté y pensé en tu futuro con tu propio hijo.

Una madre esta esperando que nazca su hijo para darle su pecho con todo su amor.
 
Las poesías salen del corazón y los lectores las disfrutan comiendo una fruta.

  La amistad es como una rosa, es tan hermoso su color, tan delicada su textura y tan sereno su hola que si no la cuidas, se marchita
 
Tus labios son como caramelos de miel. Cuando te doy un beso siento temblar mi cuerpo.

Las mujeres son hermosas y tan lindas, como una orquídea.
 
Un niño estaba caminando y su mirada estaba perdida. De pronto se cayó y su espíritu voló como un ave.

La lluvia cae. Tu cuerpo esta mojado. Estas temblando de frío y yo me acerco y te doy el calor de mi cuerpo.

Vos te pintas tus lindos y suaves labios. Yo te beso y siento un sabor a frutilla.

Aquella tarde nos encontramos para charlar. Recordamos momentos de nuestras vidas.
Más tardes nos fuimos. Nunca más te vi.


¡Necesito tu mail, para regalarte mis poemas de amor!

Un señor estaba en una esquina esperando a una mujer. Ella no llegaba. Espero casi un par horas, no llegó. Dio media vuelta y se fue.
Los escritores imaginan y los lectores disfrutan.


Vos estabas llorando y te vi, me acerqué y te pregunté ¿Qué te pasa? Me contentaste que rompiste con aquel amor.
Te regalé una flor y me devolviste una sonrisa.

En una mesa del bar una pareja de ancianos. Estaban recordando cuando conocieron.

Esos labios me están matando. Te beso y tiemblo como una hoja, sobre mi timidez.

Los tiempos pasan rápido y los recuerdos, como una pintura, se borran.

Los relojes se paran, y el mundo sigue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario