lunes, 20 de junio de 2011

De mí y la soledad (Ser triste)

Mi soledad no es solamente esto, 
no son las tardes en que bajo la guardia 
y me buscan las sombras. 
Más allá del libro abandonado en el estante 
y la cama partida 
y el bol con telarañas, 
mi soledad es un tratado de costumbre; 
No es tan sólo el suspiro 
que padece amordazado a fuerza en la garganta, 
ni teorías de ausencia y ojos tristes; 
Mi soledad es hiedra sucesiva trepándome la sangre; 
Es la muda estridencia de un silencio 
que restalla sin nombre. 
Mi soledad es eco de mis huesos, 
La maquina indomable 
que me arrastra a reunir los pedazos de memoria 
para darme existencia.

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