domingo, 12 de junio de 2011

Aquí el traslúcido mar (Vladimir Chévez)

Aquel viento, el día soleado
Nuestra tempestad amor como un misterio
Tu cuerpo azucarado frágiles violetas
Tu cuerpo inconsciente espinas agudas,
Vertiendo muy dentro la piel de alquitrán
Los besos de hierro, el sempiterno cielo
Tu oscura pasión subsuelo donde cavo
Mina de fuego en que ardía mi pasado.

Tu cuerpo un nervio horizontal
En que partí desde la muerte
Tu cuerpo un puerto en madrugada
Con las casas negras ventanas sin luz
Tu cuerpo camino de estrellas
Que en las hojas entre luz se reflejan.

Aquel río incendiado de tus ojos carmesí
Son dos corales, vagan en la tarde como dos soles
Nuestro silencio, tu licenciosa voz pequeña
El sonido de tu boca cae en mí, lo aparo,
Tierna voz en que hablan los ángeles

Aquella tu piel delicada, despierta en mi vida
La tomo despacio segundo a segundo
Va en mi piel cabalgando, se inserta en mi alma
Aquella tu piel que mis labios besaban despacio

Los poemas de tu vida me están acercando
A su cima, la poesía de tus ojos me ha tomado
la poesía de tus manos se enciende en las noches,
¡oh vida tuya poesía en sí misma!

Oh aquella luz que cegaba mi boca
Oh tu pasado tierno y fugaz, mi vida
Encuentro en las piedras letras de tu nombre
Y el cielo me sabe a ti cuando alzo mi cabeza.

Aquí el traslucido mar que te venera
Ola tras ola, retorno del amor que perdura
Aquí el cariño que te aguardo en silencio
Y el fondo de mi amor este abismo azul que te ama.

Refléjate aquí oh tu vida, tus manos, tus ojos…

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