Igual que las águilas, mis pensamientos vuelan
muy alto, buscando abrigo a mis corazonadas.
Cada atardecer desde mi balcon, aprecio el
desfilar de las aves buscando nido. Para pasar
las noches donde descansar sus adoloridas alas,
que no dejan de aletear para subir escarpadas
cumbres; en busca de alimento y refrescar sus
miradas, con las doradas bellezas de la naturaleza.
Mi alma suspira ilusionada, fabricando castillos
virtuales, es una sana costumbre para hacerlos
realidad un dia.
Considero que deben arrancar mas de un suspiro,
a esos corazones enamorados que del amor han
hecho un altar florido.
El poeta se enamora de la vida... su corazon
explota al viento, versos que pintan bellos paisajes
en el horizonte. Despertando las pupilas de cualquier
caminante, que cruce su magico umbral.
Si las aguilas vuelan tan alto buscando nido y
alimento, porque nosotros no hacemos lo mismo;
imitando su comportamiento.
Busquemos el amor sin tantos argumentos,
brindando refugio y calor con sabanas de ternura;
y abrazos a manos llenas, para alegrar nuestras
almas sedientas de compartir en el nido... el sublime
amor... que no ha dormido.
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