jueves, 12 de enero de 2012

Adiós (Flor Martí)

Ya no existe el camino de regreso
no queda del ayer ninguna huella,
somos ríos vagando sin querella
agua mansa espejismo de embeleso.

Perdimos no sé dónde, en el proceso,

el hálito del tiempo que destella
el brillo y la pasión del agua aquella,
navegando hacia el mar y su deceso.

Nuestros cauces se tornan disolventes

dos obscenos amantes del olvido
dos torrentes de sal enajenada.

Nos decimos adiós indiferentes,

como si nunca hubiera sucedido
que una vez, fuimos agua enamorada.

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