El beso (Inma Diez)

De aquél beso me queda este sabor amargo
como una flor marchita prendida entre la piel,
un racimo de ausencias, un pesado letargo
una cruz en los labios y un pedazo de hiel.

De aquél beso me queda este recuerdo triste
más triste que una noche sin un amanecer,
una voz que me grita que un día me quisiste,
y que el amor que muere, no vuelve a florecer.

Un abismo separa tus ojos de mis ojos
tu nombre me persigue como pesada losa
y el llanto se despeña por días exaltados.

He encerrado estas ansias con miles de cerrojos,
que buscan la salida entre la nebulosa
y vuelan a tu encuentro, mis besos desatados.