viernes, 2 de marzo de 2012

A ti, buen hombre (Ana Maritza de Schwarzl)

En la quietud silenciosa de la noche
emerge la pasión aumenta el deseo
el placer se espolvorea con derroche
a paso recorremos con bamboleo.

Manos fuertes que me estrechan con locura
manos suaves que te hunden en mil placeres
entrelazados como una creatura
así fusionamos nuestros bellos seres.

Beberé de tus labios el dulce néctar
derramaré mis gustos, deseos y ansias
seré tu mujer dulce como el almíbar
a tí buen hombre que batallas mis días.

Dormiré en el trigal de tu pecho ardiente
eternamente perpetua primorosa
caminaremos afortunadamente
haciendo nuestra vida muy amorosa.

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