*Y aunque no tenía en un principio cuerpo, ni ojos ni alma…”
te hice tímida, pálida, delicada;
te hice con la luz de las estrellas,
con el embrujo de la luna gitana.
Te hice turgente, transparente, azulada;
te hice con la canción de las sirenas,
con la tinta invisible de las hadas.
Te hice hermosa, misteriosa, alimonada;
te hice con los cuernos de la luna,
con el beso irresistible de la nada:
te hice finalmente corazón que me quisieras,
¡tanto cómo contigo desde entonces la mirada!....
*Átropos.
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