lunes, 18 de junio de 2012

Tu mano en mi pulgar (Oxwell L'bu)

Aquel día dio tres vueltas mi corazón, cuando salió la enfermera y en tono de celebración, dijo ¡Es barón!... Te veo dormido como un ángel y pienso para mí, si vos supieras con cuanto amor e ilusión te esperamos, contando los días y las noches para que llegaras; el dinero me era esquivo, las cosas no abundaban, no había para comprar una cuna glamorosa, pero sabes una cosa, esa cuna en la que duermes la construí yo y tu madre con mucho amor la decoro…

Esa tarde llegaron al hospital a conocerte y entre tantas voces que escuchaste, reconociste la mía y al nomas cargarte, tu manita se aferro de mi pulgar, me diste en tu corazón un lugar… Y no te querías soltar.

Hoy sos un ángel que duerme, a quien yo le velo los sueños, te veo, toco tus manos, porque pienso que es un sueño, que algo de mí este frente a mí. Le pido al creador sabiduría para acompañarte, sin estorbarte, para que en mis ansias por verte crecer, no queme etapas a las que después el tiempo, no me permitirá volver.


No tengo un nombre importante, ni oro o plata para heredarte, pero te doy mis días con sus ilusiones, te doy mis noches con sus sueños, te doy mis rizas y alegrías y me guardo mis impaciencias, le pido a Dios licencia para crecer con vos. Te doy mi apellido humilde y desconocido, pero con la misma honra con que lo recibí de mi padre. No te nombro con mi nombre, porque quiero que vos construyas tu propia historia, con nombre y apellido.

Te escucho respirar, me deleito viendo tus pucheros y suspiros, quisiera saber qué piensas, quisiera ser cómplice de tus sueños y transformarme en tu ángel de la guarda.

Para cuando tengas uso de razón y llegues a leer esta carta, quizás ya no sere tu héroe, ni tu mejor amigo, quizás esa brecha generacional nos haya distanciado y pienses ¡Que no te agarro la onda! Porque estoy envejeciendo. Vos estarás en tu apogeo y yo estaré menguando, pero sabes eso no creo que me cause tristeza, porque es parte de la naturaleza, si a cambio la vida me permite verte crecer en espíritu y conocimiento divino. “Solo espero que cuando tus ojos se paseen por estas letras, lo haga también tu corazón… “Para que comprendas que a pesar de todos los errores que haya cometido te quiero desde el mismo momento en que vos fuiste concebido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario