Tu mano, amor mío,
me libra del vértigo,
que me produce esta puta vida.
Tu mano de amante
me exime del miedo,
al horror que acecha tras las esquinas.
¡Agárrame fuerte!
El mundo me aterra:
Catástrofes, guerras, enfermedades, miserias…,
son el pan de cada día.
Y yo tengo tanto miedo…
Tu mano me salva.
¡Agárrame fuerte…!
Tu mano en la noche
y tu cuerpo ardiente
me transportan
a un mundo seguro
hecho de instantes.
Apartando el espanto
de esta cabeza mía.
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