martes, 27 de diciembre de 2011

El Soplo del Cangrejo (Leonel Vargas)

Con esta metafora quiero hacer un parangon,
entre cosas y vivencias del corazon.
Desde su hermosa guarida, el libidinoso cangrejo
de largas y gruesas tenazas busca su presa;
para hacerla suya colmandola de mimos al
poseerla.

La ruborizada cangrejita playera ya satisfecha

del placer concebido, peyisca al macho bravio
haciendole caricias; entrelanzando sus tenacitas
para despedirse y buscar su nido. Con la inten-
tencion de volver otro dia.

Yo lo nombro como una maravilla, porque el

amor se debe dar... todos los dias.
Es emocionante pensar que para amar... se
necesita arte y delicadeza de punta a punta.
Los animales se aparean por instinto con sa-
bor natural, solo para procrear.

Nosotros disfrutamos concientemente todo acto

de amor, porque tenemos sentimientos que ex-
plotan al unisono; cuando hay entrega y las ca-
ricias se vuelven un volcan de emociones.

Vivamos un dia en el paraiso y disfrutemos con

total entrega la fuerza del amor.
El amor tiene un nombre... que es mujer.
Es el encanto complemento que dilata las
pupilas con su belleza, dejando escapar gotas del
elixir refrescante; que emociona y calma al corazon.

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